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The Daily Audio Bible

This reading plan is provided by Brian Hardin from Daily Audio Bible.
Duration: 731 days

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Reina Valera Revisada (RVR1977)
Version
Jeremías 28-29

Falsa profecía de Hananías

28 Aconteció en el mismo año, en el principio del reinado de Sedequías, rey de Judá, en el año cuarto, en el quinto mes, que Hananías, hijo de Azur el profeta, que era de Gabaón, me habló en la casa de Jehová delante de los sacerdotes y de todo el pueblo, diciendo:

Así habla Jehová de los ejércitos, Dios de Israel, diciendo: He quebrantado el yugo del rey de Babilonia.

Dentro de dos años haré volver a este lugar todos los utensilios de la casa de Jehová, que Nabucodonosor rey de Babilonia tomó de este lugar para llevarlos a Babilonia,

y yo haré volver a este lugar a Jeconías, hijo de Joacim, rey de Judá, y a todos los deportados de Judá, que entraron en Babilonia, dice Jehová; porque yo quebrantaré el yugo del rey de Babilonia.

Entonces respondió el profeta Jeremías al profeta Hananías, delante de los sacerdotes y delante de todo el pueblo que estaba en la casa de Jehová.

Y dijo el profeta Jeremías: Amén, así lo haga Jehová. Confirme Jehová tus palabras, con las cuales profetizaste que los utensilios de la casa de Jehová, y todos los deportados, han de ser devueltos de Babilonia a este lugar.

Con todo eso, oye ahora esta palabra que yo hablo en tus oídos y en los oídos de todo el pueblo:

Profetas hubo antes de mí y antes de ti en tiempos pasados, que profetizaron guerra, desgracia y pestilencia contra muchas tierras y contra grandes reinos.

Si un profeta profetiza de paz, cuando se cumpla la palabra del profeta, será conocido como el profeta que Jehová en verdad envió.

10 Entonces el profeta Hananías quitó el yugo del cuello del profeta Jeremías, y lo quebró.

11 Y habló Hananías en presencia de todo el pueblo, diciendo: Así dice Jehová: De esta manera romperé el yugo de Nabucodonosor, rey de Babilonia, del cuello de todas las naciones, dentro de dos años. Y siguió Jeremías su camino.

12 Y después que el profeta Hananías rompió el yugo del cuello del profeta Jeremías, vino palabra de Jehová a Jeremías, diciendo:

13 Ve y habla a Hananías, diciendo: Así dice Jehová: Yugos de madera quebraste, mas en vez de ellos harás yugos de hierro.

14 Porque así dice Jehová de los ejércitos, Dios de Israel: Yugo de hierro he puesto sobre el cuello de todas estas naciones, para que sirvan a Nabucodonosor, rey de Babilonia, y han de servirle; y también le he dado las bestias del campo.

15 Entonces dijo el profeta Jeremías al profeta Hananías: Ahora oye, Hananías: Jehová no te envió, y tú has hecho a este pueblo confiar en una mentira.

16 Por tanto, así dice Jehová: He aquí que yo te quito de sobre la faz de la tierra; morirás en este año, porque promoviste rebelión contra Jehová.

17 Y en el mismo año murió Hananías, en el mes séptimo.

Carta de Jeremías a los deportados

29 Estas son las palabras de la carta que el profeta Jeremías envió desde Jerusalén a los ancianos que habían quedado de los que fueron deportados, y a los sacerdotes y profetas y a todo el pueblo que Nabucodonosor llevó cautivo de Jerusalén a Babilonia

(después que salió el rey Jeconías, la reina madre, los cortesanos, los príncipes de Judá y de Jerusalén, los artífices y los ingenieros de Jerusalén),

por mano de Elasá, hijo de Safán, y de Gemarías, hijo de Hilcías, a quienes envió Sedequías, rey de Judá, a Babilonia, a Nabucodonosor, rey de Babilonia. Decía:

Así dice Jehová de los ejércitos, Dios de Israel, a todos los de la cautividad que hice deportar de Jerusalén a Babilonia:

Edificad casas, y habitadlas; y plantad huertos, y comed del fruto de ellos.

Casaos, y engendrad hijos e hijas; dad mujeres a vuestros hijos, y dad maridos a vuestras hijas, para que tengan hijos e hijas; y multiplicaos ahí, y no os disminuyáis.

Y procurad la paz de la ciudad a la cual os hice deportar, y rogad por ella a Jehová; porque en su paz tendréis vosotros paz.

Porque así dice Jehová de los ejércitos, Dios de Israel: No os engañen vuestros profetas que están entre vosotros, ni vuestros adivinos; ni atendáis a los sueños que soñáis.

Porque falsamente os profetizan ellos en mi nombre; no los envié, dice Jehová.

10 Porque así dice Jehová: Cuando a Babilonia se le cumplan setenta años, yo os visitaré, y realizaré sobre vosotros mi favorable promesa de haceros volver a este lugar.

11 Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de desgracia, para daros un porvenir y una esperanza.

12 Entonces me invocaréis, y vendréis y oraréis a mí, y yo os escucharé;

13 y me buscaréis y me hallaréis, cuando me busquéis de todo vuestro corazón.

14 Y seré hallado por vosotros, dice Jehová, y haré volver vuestra cautividad, y os reuniré de todas las naciones y de todos los lugares adonde os arrojé, dice Jehová; y os haré volver al lugar de donde os hice llevar cautivos.

15 Pues habéis dicho: Jehová nos ha levantado profetas en Babilonia.

16 Pero así dice Jehová acerca del rey que está sentado sobre el trono de David, y de todo el pueblo que mora en esta ciudad, de vuestros hermanos que no salieron con vosotros en cautiverio;

17 así dice Jehová de los ejércitos: He aquí que voy a enviar yo sobre ellos espada, hambre y pestilencia, y los pondré como los higos malos, que de tan malos no se pueden comer.

18 Los perseguiré con espada, con hambre y con pestilencia, y los pondré por espanto a todos los reinos de la tierra, por maldición y por asombro, y por burla y por afrenta para todas las naciones entre las cuales los he arrojado;

19 por cuanto no han hecho caso de mis palabras, dice Jehová, que les envié por mis siervos los profetas, desde el principio y sin cesar; pero no quisisteis escuchar, dice Jehová.

20 Oíd, pues, la palabra de Jehová, vosotros todos los deportados que envié de Jerusalén a Babilonia.

21 Así dice Jehová de los ejércitos, Dios de Israel, acerca de Ahab, hijo de Colaías, y acerca de Sedequías, hijo de Maasías, que os profetizan falsamente en mi nombre: He aquí los entrego yo en manos de Nabucodonosor, rey de Babilonia, y él los matará delante de vuestros ojos.

22 Y todos los deportados de Judá que están en Babilonia harán de ellos una maldición, diciendo: Póngate Jehová como a Sedequías y como a Ahab, a quienes asó al fuego el rey de Babilonia.

23 Porque hicieron maldad en Israel, y cometieron adulterio con las mujeres de sus prójimos, y falsamente hablaron en mi nombre palabras que no les mandé; de lo cual yo soy sabedor y testigo, dice Jehová.

24 Y en cuanto a Semaías de Nehelam, hablarás, diciendo:

25 Así habla Jehová de los ejércitos, Dios de Israel, diciendo: Tú enviaste cartas en tu nombre a todo el pueblo que está en Jerusalén, y al sacerdote Sofonías, hijo de Maasías, y a todos los sacerdotes, diciendo:

26 Jehová te ha puesto por sacerdote en lugar del sacerdote Joyadá, para que haya oficiales en la casa de Jehová, a cargo de todo hombre loco que se las eche de profeta, poniéndolo en el calabozo y en el cepo.

27 ¿Por qué, pues, no has castigado ahora a Jeremías de Anatot, que se las echa de profeta con vosotros?

28 Porque él nos envió a decir en Babilonia: Largo será el cautiverio; edificad casas, y habitadlas; plantad huertos, y comed el fruto de ellos.

29 Y el sacerdote Sofonías leyó esta carta a oídos del profeta Jeremías.

30 Entonces vino palabra de Jehová a Jeremías, diciendo:

31 Envía a decir a todos los cautivos: Así dice Jehová de Semaías de Nehelam: Porque os profetizó Semaías, y yo no lo envié, y os hizo confiar en una mentira;

32 por tanto, así dice Jehová: He aquí que yo castigaré a Semaías de Nehelam y a su descendencia; no tendrá varón que more entre este pueblo, ni verá el bien que haré yo a mi pueblo, dice Jehová; porque contra Jehová ha hablado perversión.

1 Timoteo 1

Saludo

Pablo, apóstol de Jesucristo por mandato de Dios nuestro Salvador, y del Señor Jesucristo nuestra esperanza,

a Timoteo, verdadero hijo en la fe: Gracia, misericordia y paz, de Dios nuestro Padre y de Cristo Jesús nuestro Señor.

Advertencia contra doctrinas falsas

Como te rogué que te quedases en Éfeso, cuando me puse en camino para Macedonia, para que mandases a algunos que no enseñen diferente doctrina,

ni presten atención a fábulas y genealogías interminables, que acarrean disputas más bien que edificación de Dios que es por fe, así te encargo ahora.

El objetivo de este mandamiento es el amor nacido de corazón limpio, y de buena conciencia, y de fe no fingida,

de las cuales cosas desviándose algunos, han venido a caer en una vana palabrería,

queriendo ser doctores de la ley, sin entender ni lo que hablan ni lo que afirman categóricamente.

Pero sabemos que la ley es buena, si uno la usa legítimamente;

conociendo esto, que la ley no fue puesta para el justo, sino para los transgresores e insumisos, para los impíos y pecadores, para los irreverentes y profanos, para los parricidas y matricidas, para los homicidas,

10 para los fornicarios, para los sodomitas, para los secuestradores, para los mentirosos y perjuros, y para cualquier otra cosa que se oponga a la sana enseñanza,

11 según el glorioso evangelio del Dios bendito, que me ha sido encomendado.

El ministerio de Pablo

12 Doy gracias al que me revistió de poder, a Cristo Jesús nuestro Señor, porque me tuvo por fiel, poniéndome en el ministerio,

13 habiendo yo sido antes blasfemo, perseguidor e injuriador; mas fui recibido a misericordia porque lo hice por ignorancia, en incredulidad;

14 y la gracia de nuestro Señor fue más abundante con la fe y el amor que es en Cristo Jesús.

15 Es palabra fiel y digna de toda aceptación: que Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores, de los cuales yo soy el primero.

16 Pero por esto fui recibido a misericordia, para que Jesucristo mostrase en mí el primero toda su paciencia, para ejemplo de los que habrían de creer en él para vida eterna.

17 Por tanto, al Rey de los siglos, inmortal, invisible, al único y sabio Dios, sea honor y gloria por los siglos de los siglos. Amén.

18 Este mandamiento, hijo Timoteo, te encargo, para que conforme a las profecías que se hicieron antes en cuanto a ti, pelees por ellas la buena batalla,

19 manteniendo la fe y buena conciencia, desechando la cual naufragaron en cuanto a la fe algunos,

20 entre los que están Himeneo y Alejandro, a quienes entregué a Satanás para que aprendan a no blasfemar.

Salmos 86

Oración pidiendo la continua misericordia de Dios

Oración de David.

86 Inclina, oh Jehová, tu oído, y escúchame,
Porque estoy afligido y menesteroso.
Guarda mi alma, porque soy piadoso;
Salva tú, oh Dios mío, a tu siervo que en ti confía.
Ten misericordia de mí, oh Jehová;
Porque a ti clamo todo el día.
Alegra el alma de tu siervo,
Porque a ti, oh Señor, levanto mi alma.
Porque tú, Señor, eres bueno y perdonador,
Y grande en amor para con todos los que te invocan.
Escucha, oh Jehová, mi oración,
Y está atento a la voz de mis ruegos.
En el día de mi angustia te invoco,
Porque tú me respondes.

Oh Señor, ninguno hay como tú entre los dioses,
Ni obras que igualen tus obras.
Todas las naciones que hiciste vendrán y adorarán delante de ti, Señor,
Y glorificarán tu nombre.
10 Porque tú eres grande, y hacedor de maravillas;
Sólo tú eres Dios.
11 Enséñame, oh Jehová, tu camino; caminaré yo en tu verdad;
Afianza mi corazón para que tema tu nombre.
12 Te alabaré, oh Jehová Dios mío, con todo mi corazón,
Y glorificaré tu nombre para siempre.
13 Porque tu misericordia es grande para conmigo,
Y has librado mi alma de las profundidades del Seol.

14 Oh Dios, unos orgullosos se han levantado contra mí,
Y una conspiración de violentos ha buscado mi vida,
Y no te tuvieron presente.
15 Mas tú, Señor, eres un Dios misericordioso y clemente,
Lento para la ira, y grande en misericordia y verdad.

16 Mírame, y ten compasión de mí;
Da tu fuerza a tu siervo,
Y salva al hijo de tu sierva.
17 Dame una señal de benevolencia,
Y véanla los que me aborrecen, y sean avergonzados;
Porque tú, Jehová, me ayudaste y me consolaste.

Proverbios 25:17

17 Detén tu pie de la casa de tu vecino,
No sea que hastiado de ti te aborrezca.

Reina Valera Revisada (RVR1977)

Texto bíblico tomado de La Santa Biblia, Reina Valera Revisada® RVR® Copyright © 2017 por HarperCollins Christian Publishing® Usado con permiso. Reservados todos los derechos en todo el mundo.