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The Daily Audio Bible

This reading plan is provided by Brian Hardin from Daily Audio Bible.
Duration: 731 days

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Reina Valera Revisada (RVR1977)
Version
Ezequiel 1:1-3:15

La visión de la gloria divina

Aconteció en el año treinta, en el mes cuarto, a los cinco días del mes, que estando yo entre los deportados junto al río Quebar, los cielos se abrieron, y vi visiones de Dios.

En el quinto año de la deportación del rey Joaquín, a los cinco días del mes,

vino expresamente palabra de Jehová al sacerdote Ezequiel, hijo de Buzi, en la tierra de los caldeos, junto al río Quebar; y allí fue sobre él la mano de Jehová.

Y miré, y he aquí que venía del norte un viento tempestuoso, y una gran nube, con un fuego fulgurante, y alrededor de él un resplandor, y en el medio como el fulgor del electro, en medio del fuego,

y del centro emergía la figura de cuatro seres vivientes. Y éste era su aspecto: había en ellos semejanza de hombre.

Cada uno tenía cuatro caras y cuatro alas.

Y los pies de ellos eran derechos; y la planta de sus pies, como planta de pie de becerro; y centelleaban a manera de bronce muy bruñido.

Debajo de sus alas, a sus cuatro lados, tenían manos de hombre; y en cuanto a las caras y a las alas de los cuatro,

con las alas se juntaban el uno al otro. No se volvían cuando andaban, sino que cada uno caminaba derecho hacia adelante.

10 Y el aspecto de sus caras era cara de hombre, y cara de león al lado derecho de los cuatro, y cara de buey a la izquierda en los cuatro; asimismo había en los cuatro cara de águila.

11 Así eran sus caras. Y tenían sus alas extendidas por encima, cada uno dos, las cuales se juntaban; y las otras dos cubrían sus cuerpos.

12 Y cada uno caminaba derecho hacia adelante; hacia donde el espíritu les movía a que anduviesen, andaban; y cuando andaban, no se volvían.

13 Cuanto a la semejanza de los seres vivientes, su aspecto era como de carbones de fuego encendidos, como visión de hachones encendidos que fulguraba entre los seres vivientes; y el fuego resplandecía, y del fuego salían relámpagos.

14 Y los seres vivientes corrían y volvían a semejanza de relámpagos.

15 Mientras yo miraba los seres vivientes, he aquí una rueda sobre la tierra junto a los seres vivientes, a los cuatro lados.

16 El aspecto de las ruedas y su obra era semejante al color del crisólito. Y las cuatro tenían una misma semejanza; su apariencia y su obra eran como una rueda en medio de otra rueda.

17 Cuando andaban, se movían hacia sus cuatro costados; no se volvían cuando andaban.

18 Y sus aros eran altos y espantosos, y llenos de ojos alrededor en las cuatro.

19 Y cuando los seres vivientes andaban, las ruedas andaban junto a ellos; y cuando los seres vivientes se levantaban de la tierra, las ruedas se levantaban.

20 Hacia donde el espíritu les movía a que anduviesen, andaban; hacia donde les movía el espíritu que anduviesen, las ruedas también se levantaban tras ellos; porque el espíritu de los seres vivientes estaba en las ruedas.

21 Cuando ellos andaban, andaban ellas, y cuando ellos se paraban, se paraban ellas; asimismo, cuando se levantaban de la tierra, las ruedas se levantaban juntamente con ellos; porque el espíritu de los seres vivientes estaba en las ruedas.

22 Y sobre las cabezas de los seres vivientes había como una especie de bóveda a manera de cristal maravilloso, extendido encima sobre sus cabezas.

23 Y debajo de la bóveda las alas de ellos estaban rectas, la una al nivel de la otra; y cada uno tenía dos alas que cubrían su cuerpo.

24 Y oí el sonido de sus alas cuando andaban, como sonido de muchas aguas, como la voz del Omnipotente, un ruido de tumulto, como el ruido de un ejército acampado. Cuando se paraban, bajaban sus alas.

25 Pues cuando resonaba una voz por encima de la bóveda que había sobre sus cabezas, conforme estaban parados, plegaban sus alas.

26 Y por encima de la bóveda que había sobre sus cabezas había como la figura de un trono que parecía de piedra de zafiro; y sobre la figura del trono había una semejanza que parecía de hombre sentado sobre él.

27 Y vi luego como el fulgor del bronce bruñido, como apariencia de fuego dentro de ella en derredor, desde el aspecto de sus lomos para arriba; y desde sus lomos para abajo, vi que parecía como fuego, y que tenía resplandor alrededor.

28 Semejante al arco iris que aparece en las nubes el día que llueve, así era el aspecto del resplandor alrededor. Ésta era la apariencia de la imagen de la gloria de Jehová. Y cuando yo la vi, me postré sobre mi rostro, y oí la voz de uno que hablaba.

Visión del libro

Y me dijo: Hijo de hombre, ponte sobre tus pies, y hablaré contigo.

Y luego que me habló, entró el espíritu en mí y me asentó sobre mis pies, y oí al que me hablaba.

Y me dijo: Hijo de hombre, yo te envío a los hijos de Israel, a gentes rebeldes que se rebelaron contra mí; ellos y sus padres han pecado contra mí hasta este mismo día;

y los hijos tienen la cara dura y el corazón empedernido; yo te envío a ellos, y les dirás: Así dice el Señor Jehová.

Acaso ellos escuchen; pero si no escuchan, porque son una casa rebelde, siempre conocerán que ha habido profeta entre ellos.

Y tú, hijo de hombre, no les temas, ni tengas miedo de sus palabras, aunque te hallas entre zarzas y espinos, y moras con escorpiones; no tengas miedo de sus palabras, ni temas delante de ellos, porque son casa rebelde.

Les hablarás, pues, mis palabras, escuchen o dejen de escuchar; porque son muy rebeldes.

Mas tú, hijo de hombre, oye lo que yo te hablo; no seas rebelde como esa casa rebelde; abre la boca, y come lo que te doy.

Y miré, y he aquí una mano extendida hacia mí, y en ella había un rollo de libro.

10 Y lo extendió delante de mí, y estaba escrito por delante y por detrás; y había escritas en él lamentaciones, endechas y ayes.

Y me dijo: Hijo de hombre, come lo que hallas; come este rollo, y ve y habla a la casa de Israel.

Así que abrí mi boca, y me hizo comer aquel rollo.

Y me dijo: Hijo de hombre, alimenta tu vientre, y llena tus entrañas de este rollo que te doy. Lo comí, y fue en mi boca dulce como miel.

Luego me dijo: Hijo de hombre, ve y entra a la casa de Israel, y habla a ellos con mis palabras.

Porque no eres enviado a pueblo de habla oscura ni de lengua áspera, sino a la casa de Israel.

No a muchos pueblos de habla oscura ni de lengua áspera, cuyas palabras no entiendas. Si a ellos te enviara, de seguro que te escucharían.

Mas la casa de Israel no te querrá oír, porque no me quiere escuchar a mí; porque toda la casa de Israel es dura de frente y obstinada de corazón.

He aquí que yo he hecho tu rostro fuerte contra los rostros de ellos, y tu frente fuerte contra sus frentes.

Como diamante, más fuerte que el pedernal he hecho tu frente; no los temas, ni tengas miedo delante de ellos, porque son casa rebelde.

10 Me dijo además: Hijo de hombre, toma en tu corazón todas mis palabras que yo te hablaré, y escucha con tus oídos.

11 Y ve y entra a los cautivos, a los hijos de tu pueblo, y háblales y diles: Así dice el Señor Jehová; escuchen, o dejen de escuchar.

12 Entonces me elevó el espíritu, y oí detrás de mí una voz de gran estruendo, que decía: Bendita sea la gloria de Jehová desde su lugar.

13 Oí también el sonido de las alas de los seres vivientes que se juntaban la una con la otra, y el sonido de las ruedas junto a ellos, y sonido de gran estruendo.

14 Me levantó, pues, el espíritu, y me transportó; y fui en amargura, en la indignación de mi espíritu, mientras la mano de Jehová era fuerte sobre mí.

15 Así llegué a los cautivos en Tel-abib, que moraban junto al río Quebar, y me senté donde ellos estaban sentados, y allí permanecí siete días atónito entre ellos.

Hebreos 3

Jesús es superior a Moisés

Por tanto, hermanos santos, participantes del llamamiento celestial, considerad al apóstol y sumo sacerdote de nuestra profesión, Cristo Jesús;

el cual es fiel al que le designó, como también lo fue Moisés en toda la casa de Dios.

Porque de tanta mayor gloria que Moisés es estimado digno éste, cuanto tiene mayor honra que la casa el que la construyó.

Porque toda casa es construida por alguno; pero el que construyó todas las cosas es Dios.

Y Moisés a la verdad fue fiel en toda la casa de Dios, como un criado, para testimonio de lo que había de anunciarse después;

pero Cristo como hijo sobre su casa, cuya casa somos nosotros, si retenemos firme hasta el fin la confianza y la gloria de nuestra esperanza.

Aviso contra la incredulidad

Por lo cual, como dice el Espíritu Santo:

Si oís hoy su voz,
No endurezcáis vuestros corazones,
Como en la provocación, como en el día de la tentación en el desierto,
Donde me tentaron vuestros padres; me probaron,
Y vieron mis obras durante cuarenta años.
10 A causa de lo cual me disgusté contra aquella generación,
Y dije: Siempre andan extraviados en su corazón,
Y no han conocido mis caminos.
11 Tal como juré en mi ira:
No entrarán en mi reposo.

12 Mirad, hermanos, que no haya en ninguno de vosotros un corazón malo de incredulidad para apartarse del Dios vivo;

13 antes exhortaos los unos a los otros cada día, entretanto que dura este Hoy; para que ninguno de vosotros se endurezca por el engaño del pecado.

14 Porque hemos llegado a ser participantes de Cristo, con tal que retengamos firme hasta el fin el principio de nuestra seguridad,

15 entretanto que se dice:

Si oís hoy su voz,
No endurezcáis vuestros corazones, como en la provocación.

16 Porque ¿quiénes fueron los que, habiendo oído, le provocaron? ¿No fueron todos los que salieron de Egipto por mano de Moisés?

17 ¿Y con quiénes estuvo él disgustado durante cuarenta años? ¿No fue con los que pecaron, cuyos cadáveres cayeron en el desierto?

18 ¿Y a quiénes juró que no entrarían en su reposo, sino a aquellos que desobedecieron?

19 Y vemos que no pudieron entrar a causa de su incredulidad.

Salmos 104:1-23

Dios cuida de su creación

104 Bendice, alma mía, a Jehová.
Jehová Dios mío, mucho te has engrandecido;
Te has vestido de gloria y de majestad.
El que se cubre de luz como de vestidura,
Que extiende los cielos como una cortina,
Que construye sus aposentos sobre las aguas,
El que pone las nubes por su carroza,
El que anda sobre las alas del viento;
El que hace a los vientos sus mensajeros,
Y a las llamas de fuego sus ministros.

Él fundó la tierra sobre sus cimientos;
No será jamás removida.
Con el abismo, como con vestido, la cubriste;
Sobre los montes estaban las aguas.
A tu reprensión huyeron;
Al sonido de tu trueno se apresuraron;
Subieron los montes, descendieron los valles,
Al lugar que tú les señalaste.
Les pusiste un límite que no traspasarán,
Ni volverán a cubrir la tierra.

10 Tú eres el que saca de las fuentes los arroyos;
Se deslizan entre los montes;
11 Dan de beber a todas las bestias del campo;
Mitigan la sed de los asnos monteses.
12 A sus orillas habitan las aves de los cielos;
Cantan entre las ramas.
13 Él riega los montes desde las alturas;
Del fruto de sus obras se sacia la tierra.

14 Él hace producir el heno para las bestias,
Y las plantas para el uso del hombre,
Para que saque el pan de la tierra,
15 Y el vino que alegra el corazón del hombre,
El aceite que hace brillar el rostro,
Y el pan que sustenta la vida del hombre.
16 Se llenan de savia los árboles de Jehová,
Los cedros del Líbano que él plantó.
17 Allí anidan las aves;
En su copa hace su casa la cigüeña.
18 Los riscos son para las cabras monteses;
Las peñas, madrigueras para los conejos.
19 Hizo la luna para marcar los tiempos;
El sol conoce su ocaso.
20 Traes las tinieblas, y se hace de noche;
En ella corretean todas las bestias de la selva.
21 Los leoncillos rugen tras la presa,
Reclamando a Dios su comida.
22 Sale el sol, se recogen,
Y se echan en sus guaridas.
23 Sale el hombre a su labor,
Y a su labranza hasta la tarde.

Proverbios 26:24-26

24 El que odia disimula con sus labios;
Mas en su interior maquina engaño.
25 Aunque hable en tono amable, no le creas;
Porque siete abominaciones hay en su corazón.
26 Aunque su odio se cubra con disimulo,
Su maldad será descubierta en la congregación.

Reina Valera Revisada (RVR1977)

Texto bíblico tomado de La Santa Biblia, Reina Valera Revisada® RVR® Copyright © 2017 por HarperCollins Christian Publishing® Usado con permiso. Reservados todos los derechos en todo el mundo.