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The Daily Audio Bible

This reading plan is provided by Brian Hardin from Daily Audio Bible.
Duration: 731 days

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Reina Valera Revisada (RVR1977)
Version
Ezequiel 31-32

Parábola del cedro del Líbano

31 Aconteció en el año undécimo, en el mes tercero, el día primero del mes, que vino a mí palabra de Jehová, diciendo:

Hijo de hombre, di a Faraón rey de Egipto, y a su pueblo: ¿A quién te comparaste en tu grandeza?

He aquí que el asirio era cedro en el Líbano, de hermosas ramas, de frondoso ramaje y de gran altura, y su copa estaba entre densas ramas.

Las aguas lo hicieron crecer, lo encumbró el abismo; sus ríos corrían alrededor del lugar en que estaba plantado, y a todos los árboles del campo enviaba sus corrientes.

Por tanto, se encumbró su altura sobre todos los árboles del campo, y se multiplicaron sus ramas, y a causa de las muchas aguas se alargó su ramaje que había echado.

En sus ramas hacían nido todas las aves del cielo, y debajo de su ramaje parían todas las bestias del campo, y a su sombra habitaban todas las grandes naciones.

Se hizo, pues, hermoso en su grandeza con la extensión de sus ramas; porque su raíz estaba junto a muchas aguas.

Los cedros del jardín de Dios no lo oscurecían; los cipreses no fueron semejantes a sus ramas, ni las plataneras fueron semejantes a su ramaje; ningún árbol en el jardín de Dios fue semejante a él en su hermosura.

Lo hice hermoso con la multitud de sus ramas; y todos los árboles del Edén, que estaban en el jardín de Dios, tuvieron envidia de él.

10 Por tanto, así dice el Señor Jehová: Ya que por ser encumbrado en altura, y haber levantado su cumbre entre densas ramas, su corazón se elevó con su altura,

11 yo lo entregaré en manos del poderoso de las naciones, que de cierto le tratará según su maldad. Yo lo he desechado.

12 Y lo cortan extranjeros, los más feroces de las naciones, y lo derriban; sus ramas caen sobre los montes y por todos los valles, y en todos los barrancos de la tierra yace quebrado su ramaje; y se marchan de su sombra todos los pueblos de la tierra, y lo dejan.

13 Sobre sus restos habitan todas las aves del cielo, y sobre sus ramas están todas las bestias del campo,

14 para que no se exalte en su altura ninguno de los árboles que crecen junto a las aguas, ni levante su copa entre la espesura, ni confíe en su altura ninguno de los que beben aguas; porque todos están destinados a la muerte, a lo profundo de la tierra, entre los hijos de los hombres, con los que descienden a la fosa.

15 Así dice el Señor Jehová: El día que descendió al Seol, hice al abismo guardar luto y cubrirse por él, y detuve sus ríos, y las muchas aguas quedaron estancadas; ensombrecí al Líbano por él, y todos los árboles del campo se desmayaron.

16 Al estruendo de su caída hice temblar a las naciones, cuando le hice descender al Seol con todos los que descienden a la sepultura; y todos los árboles del Edén, y los escogidos entre los mejores del Líbano, todos los que beben aguas, fueron consolados en lo profundo de la tierra.

17 También ellos descendieron con él al Seol, con los muertos a espada, los que fueron su brazo, los que estuvieron a su sombra en medio de las naciones.

18 ¿A quién te has comparado así en gloria y en grandeza entre los árboles del Edén? Pues derribado serás con los árboles del Edén en lo profundo de la tierra; entre los incircuncisos yacerás, con los muertos a espada. Este es Faraón y todo su pueblo, dice el Señor Jehová.

El dragón

32 Aconteció en el año duodécimo, en el mes duodécimo, el día primero del mes, que vino a mí palabra de Jehová, diciendo:

Hijo de hombre, levanta endechas sobre Faraón rey de Egipto, y dile: A leoncillo de las naciones te hiciste semejante, cuando eras como el dragón en los mares; pues hacías hervir las aguas con tus narices, y enturbiabas las aguas con tus pies, y hollabas sus riberas.

Así dice el Señor Jehová: Yo extenderé sobre ti mi red con reunión de muchos pueblos, y te harán subir con mi red.

Y te echaré por tierra, te arrojaré sobre la faz del campo, y haré posar sobre ti todas las aves del cielo, y saciaré de ti a las fieras de toda la tierra.

Pondré tus carnes sobre los montes, y llenaré de tus cadáveres los valles.

Y regaré de tu sangre la tierra donde nadas, hasta los montes; y los barrancos se llenarán de ti.

Y cuando te haya extinguido, cubriré los cielos, y haré entenebrecer sus estrellas; cubriré el sol con nublado, y la luna no hará resplandecer su luz.

Haré entenebrecer todos los astros brillantes del cielo por ti, y pondré tinieblas sobre tu tierra, dice el Señor Jehová.

Y llenaré de terror el corazón de muchos pueblos, cuando haga llegar la noticia de tu ruina entre las naciones, por las tierras que no conociste.

10 Y dejaré atónitos por ti a muchos pueblos, y sus reyes tendrán horror grande a causa de ti, cuando yo blanda mi espada delante de sus rostros; y temblarán en cada momento, cada uno por su vida, en el día de tu caída.

11 Porque así dice el Señor Jehová: La espada del rey de Babilonia vendrá sobre ti.

12 Con las espadas de los fuertes haré caer a tu pueblo; todos ellos son los más feroces de las naciones; y destruirán la soberbia de Egipto, y toda su multitud será deshecha.

13 Destruiré todo su ganado de junto a las muchas aguas; ni las enturbiará más pie de hombre; ni las enturbiará pezuña de bestia.

14 Entonces haré que se asienten sus aguas, y haré correr sus ríos como aceite, dice el Señor Jehová.

15 Cuando asuele la tierra de Egipto, y la tierra quede despojada de todo cuanto en ella había, cuando hiera a todos los que en ella moran, sabrán que yo soy Jehová.

16 Esta es la lamentación con que la endecharán; las hijas de las naciones la cantarán; endecharán sobre Egipto y sobre toda su multitud, dice el Señor Jehová.

17 Aconteció en el año duodécimo, a los quince días del mes, que vino a mí palabra de Jehová, diciendo:

18 Hijo de hombre, endecha sobre la multitud de Egipto, y despéñalo a él, y a las hijas de las naciones poderosas, a lo profundo de la tierra, con los que descienden a la sepultura.

19 ¿A quién superas en hermosura? Desciende, y yace con los incircuncisos.

20 Caerán entre los muertos a espada; a la espada es entregado; hacedle bajar a él y a todo su pueblo.

21 De en medio del Seol hablarán de él los más fuertes entre los fuertes, con los que le ayudaron; descendieron y yacen inmóviles los incircuncisos, muertos a espada.

22 Allí está Asiria con toda su multitud; en derredor de ellos están sus sepulcros; todos ellos muertos, caídos a espada.

23 Sus sepulcros están situados en lo más profundo de la fosa, y su gente está por los alrededores de su sepulcro; todos ellos muertos, caídos a espada, los cuales sembraban el terror en la tierra de los vivientes.

24 Allí está Elam, y toda su multitud por los alrededores de su sepulcro; todos ellos muertos, caídos a espada, los cuales descendieron incircuncisos a lo más profundo de la tierra, los que sembraban el terror en la tierra de los vivientes, mas llevaron su confusión con los que descienden al sepulcro.

25 En medio de los muertos le pusieron un lecho con toda su multitud; a sus alrededores están sus sepulcros; todos ellos incircuncisos, muertos a espada, porque fue puesto su espanto en la tierra de los vivientes, mas llevaron su ignominia con los que descienden al sepulcro; están puestos en medio de los muertos.

26 Allí están Mésec, Tubal y toda su multitud; sus sepulcros están a su alrededor; todos ellos incircuncisos, muertos a espada, porque habían sembrado su terror en la tierra de los vivientes.

27 Y los que son inferiores a los otros incircuncisos no yacerán con los fuertes que descendieron al Seol con sus armas de guerra, cuyas espadas están puestas debajo de sus cabezas y cuyos pecados están sobre sus huesos, por cuanto el terror de los fuertes fue en la tierra de los vivientes.

28 Pero tú serás quebrantado entre los incircuncisos, y yacerás con los muertos a espada.

29 Allí está Edom, sus reyes y todos sus príncipes, los cuales, a pesar de todo su vigor, yacen con los muertos a espada; ellos yacerán con los incircuncisos, y con los que descienden al sepulcro.

30 Allí están los príncipes del norte, todos ellos, y todos los sidonios, que descendieron con los muertos, avergonzados por todo el terror que causaron con su poderío, y yacen también incircuncisos con los muertos a espada, y comparten su vergüenza con los que descienden al sepulcro.

31 A éstos verá Faraón, y se consolará sobre toda su multitud; Faraón muerto a espada, y todo su ejército, dice el Señor Jehová.

32 Porque yo puse mi terror en la tierra de los vivientes; y ahora Faraón y toda su multitud yacerán entre los incircuncisos con los muertos a espada, dice el Señor Jehová.

Hebreos 12:14-29

14 Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor.

15 Mirad bien, no sea que alguno se rezague y no llegue a alcanzar la gracia de Dios; que brotando alguna raíz de amargura, os estorbe, y por ella muchos sean contaminados;

16 no sea que haya algún fornicario, o profano, como Esaú, que por una sola comida vendió su primogenitura.

17 Porque ya sabéis que aun después, deseando heredar la bendición, fue desechado, pues no halló oportunidad para el arrepentimiento, aunque la procuró con lágrimas.

18 Porque no os habéis acercado al monte que se podía palpar, y que ardía en fuego, a la oscuridad, a las tinieblas y a la tempestad,

19 al sonido de la trompeta, y a la voz que hablaba, tal que los que la oyeron suplicaron que no se les hablase más,

20 porque no podían soportar lo que se ordenaba: Si aun una bestia toca el monte, será apedreada, o traspasada con dardo;

21 y tan terrible era el espectáculo, que Moisés dijo: Estoy espantado y temblando;

22 sino que os habéis acercado al monte de Sión, a la ciudad del Dios vivo, la Jerusalén celestial, a la asamblea festiva de miríadas de ángeles,

23 a la congregación de los primogénitos que están inscritos en los cielos, a Dios el Juez de todos, a los espíritus de los justos hechos perfectos,

24 a Jesús el Mediador del nuevo pacto, y a la sangre rociada que habla mejor que la de Abel.

25 Mirad que no desechéis al que habla. Porque si no escaparon aquellos que desecharon al que los amonestaba en la tierra, mucho menos nosotros, si desechamos al que amonesta desde los cielos.

26 Cuya voz sacudió entonces la tierra, pero ahora ha prometido, diciendo: Aún una vez, y sacudiré no solamente la tierra, sino también el cielo.

27 Y esta frase: Aún una vez, indica la remoción de las cosas movibles, como cosas hechas, para que queden las inconmovibles.

28 Así que, recibiendo nosotros un reino inconmovible, tengamos gratitud, y mediante ella sirvamos a Dios agradándole con temor y reverencia;

29 porque nuestro Dios es un fuego consumidor.

Salmos 113-114

Dios levanta al pobre

Aleluya.

113 Alabad, siervos de Jehová,
Alabad el nombre de Jehová.

Sea el nombre de Jehová bendito
Desde ahora y para siempre.
Desde el nacimiento del sol hasta donde se pone,
Sea alabado el nombre de Jehová.
Excelso sobre todas las naciones es Jehová,
Sobre los cielos su gloria.

¿Quién como Jehová nuestro Dios,
Que se sienta en las alturas,
Que se humilla a mirar
En el cielo y en la tierra?
Él levanta del polvo al pobre,
Y al menesteroso alza del muladar,
Para hacerlos sentar con los príncipes,
Con los príncipes de su pueblo.
Él hace habitar en una casa a la estéril,
Gozosa ya en ser madre de hijos.
Aleluya.

Las maravillas del Éxodo

114 Cuando salió Israel de Egipto,
La casa de Jacob de un pueblo bárbaro,
Judá vino a ser su santuario,
E Israel su dominio,
El mar lo vio, y huyó;
El Jordán se volvió atrás.
Los montes saltaron como carneros,
Los collados como corderitos.

¿Qué te pasó, oh mar, que huiste?
¿Y a ti, oh Jordán, que te volviste atrás?
Oh montes, ¿por qué saltasteis como corderos,
Y vosotros, collados, como corderitos?

A la presencia de Jehová tiembla la tierra,
A la presencia del Dios de Jacob,
El cual cambió la peña en estanque de aguas,
Y en manantial de aguas la roca.

Proverbios 27:18-20

18 Quien cuida la higuera comerá su fruto,
Y el que mira por los intereses de su señor, tendrá honra.
19 Como mirándose en el agua, el rostro responde al rostro,
Así el corazón del hombre responde al hombre.
20 El Seol y el Averno nunca se sacian;
Así los ojos del hombre nunca están satisfechos.

Reina Valera Revisada (RVR1977)

Texto bíblico tomado de La Santa Biblia, Reina Valera Revisada® RVR® Copyright © 2017 por HarperCollins Christian Publishing® Usado con permiso. Reservados todos los derechos en todo el mundo.