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The Daily Audio Bible

This reading plan is provided by Brian Hardin from Daily Audio Bible.
Duration: 731 days

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Reina Valera Revisada (RVR1977)
Version
Ezequiel 7-9

El fin, cercano

Vino además a mí palabra de Jehová, diciendo:

Y tú, hijo de hombre, así dice el Señor Jehová a la tierra de Israel: El fin, el fin viene sobre los cuatro extremos de la tierra.

Ahora llega el fin para ti, y enviaré sobre ti mi furor, y te juzgaré según tus caminos; y traeré sobre ti todas tus abominaciones.

Y mi ojo no te perdonará, ni tendré compasión; antes pondré sobre ti tus caminos, y en medio de ti quedarán patentes tus prácticas abominables; y sabréis que yo soy Jehová.

Así dice Jehová el Señor: Una desdicha, he aquí que viene una calamidad sin igual.

Viene el fin, el fin viene; se ha despertado contra ti; he aquí que viene.

Te llega el turno a ti, oh morador de la tierra; el tiempo viene, cercano está el día del tumulto, y no de gritos de alegría sobre los montes.

Ahora en seguida derramaré mi ira sobre ti, y desfogaré en ti mi furor, y te juzgaré según tus caminos; y traeré sobre ti todas tus abominaciones.

Y mi ojo no perdonará, ni tendré compasión; según tus caminos pondré sobre ti, y en medio de ti estarán patentes tus abominaciones; y sabréis que yo Jehová soy el que castiga.

10 He aquí el día, he aquí que viene; ha llegado el turno; ha florecido la vara, ha reverdecido la soberbia.

11 Ha surgido la destrucción violenta para el cetro de impiedad; nada quedará de ellos, ni de su multitud, ni uno de los suyos, ni habrá entre ellos quien se lamente.

12 El tiempo llega, se acerca el día; el que compra, no se alegre, y el que vende, no llore, porque la ira está sobre toda la multitud.

13 Porque el que vende no recuperará lo vendido, aunque quede entre los vivos; porque la visión contra toda la multitud no se revocará, y a causa de su iniquidad ninguno podrá amparar su vida.

14 Tocarán trompeta, y todo estará a punto, pero no habrá quien vaya a la batalla; porque mi ira está sobre toda la multitud.

15 Fuera, la espada; dentro, la peste y el hambre; el que esté en el campo morirá a espada, y al que esté en la ciudad lo consumirá el hambre y la peste.

16 Y los que de ellos escapen con vida, huirán y estarán sobre los montes como palomas de los valles, gimiendo todos, cada uno por su iniquidad.

17 Todas las manos se debilitarán, y todas las rodillas se irán en aguas,

18 Se ceñirán también de cilicio, y les cubrirá el terror; en todo rostro habrá vergüenza, y todas sus cabezas estarán rapadas.

19 Arrojarán su plata en las calles, y su oro será tenido como cosa inmunda; ni su plata ni su oro podrán librarlos en el día del furor de Jehová; no saciarán su alma, ni llenarán sus entrañas, porque les han sido tropiezo para su maldad.

20 Por cuanto convirtieron la belleza de su ornamento en soberbia, y fabricaron con ello las imágenes de sus abominaciones y de sus cosas detestables, por eso se lo convertí en cosa repugnante.

21 En mano de extraños lo entregaré como botín, y serán presa de los impíos de la tierra, y lo profanarán.

22 Y apartaré de ellos mi rostro, y será profanado mi lugar secreto; pues entrarán en él invasores y lo profanarán.

23 Haz la cadena, porque la tierra está llena de delitos de sangre, y la ciudad está llena de violencia.

24 Traeré, por tanto, los más perversos de las naciones, los cuales poseerán las casas de ellos; y haré cesar la soberbia de los poderosos, y sus santuarios serán profanados.

25 Viene la ruina; y buscarán la paz, y no la habrá.

26 Vendrá calamidad sobre calamidad, y habrá rumor sobre rumor; y buscarán visión del profeta, mas la ley se alejará del sacerdote, y de los ancianos el consejo.

27 El rey se enlutará, y el príncipe se revestirá de estupor, y las manos del pueblo de la tierra temblarán; según su camino haré con ellos, y según su merecido los juzgaré; y sabrán que yo soy Jehová.

Visión de los pecados de Jerusalén

En el sexto año, en el mes sexto, a los cinco días del mes, aconteció que, estando yo sentado en mi casa, y los ancianos de Judá sentados delante de mí, allí se posó sobre mí la mano de Jehová el Señor.

Y miré, y he aquí una figura que parecía de fuego; desde sus lomos para abajo, era de fuego; y desde sus lomos para arriba era como el aspecto de un resplandor, como el color del bronce bruñido.

Y aquella figura extendió la mano, y me tomó por las guedejas de mi cabeza; y el espíritu me alzó entre el cielo y la tierra, y me llevó en visiones de Dios a Jerusalén, a la entrada de la puerta del atrio interior que mira hacia el norte, donde se asienta el ídolo del celo, que provoca a celos.

Y he aquí que allí estaba la gloria del Dios de Israel, como la visión que yo había visto en el campo.

Y me dijo: Hijo de hombre, alza ahora tus ojos hacia el lado del norte. Y alcé mis ojos hacia el norte, y he aquí, al norte, junto a la puerta del altar, aquella imagen del celo en la entrada.

Me dijo entonces: Hijo de hombre, ¿ves lo que éstos hacen?, ¿las grandes abominaciones que la casa de Israel hace aquí para alejarme de mi santuario? Pero todavía verás abominaciones mayores.

Y me llevó a la entrada del atrio, y miré, y he aquí un agujero en la pared.

Y me dijo: Hijo de hombre, horada ahora en la pared. Y horadé en la pared, y he aquí una puerta.

Me dijo luego: Entra, y ve las malvadas abominaciones que éstos hacen aquí.

10 Entré, pues, y miré; y he aquí, toda forma abominable de reptiles y bestias, y todos los ídolos de la casa de Israel, que estaban pintados en la pared por todo alrededor.

11 Y delante de ellos estaban setenta varones de los ancianos de la casa de Israel, y Jaazanías hijo de Safán en medio de ellos, cada uno con su incensario en la mano; y subía una nube espesa de incienso.

12 Y me dijo: Hijo de hombre, ¿has visto las cosas que los ancianos de la casa de Israel hacen en tinieblas, cada uno en sus cámaras pintadas de imágenes? Porque dicen ellos: No nos ve Jehová; Jehová ha abandonado la tierra.

13 Me dijo después: Todavía verás abominaciones mayores que hacen éstos.

14 Y me llevó a la entrada de la puerta de la casa de Jehová, que está al norte; y he aquí, las mujeres que estaban allí sentadas endechando a Tamuz.

15 Luego me dijo: ¿Has visto esto, hijo de hombre? Todavía verás abominaciones mayores que éstas.

16 Y me llevó al atrio interior de la casa de Jehová; y he aquí junto a la entrada del templo de Jehová, entre el vestíbulo y el altar, había unos veinticinco varones, con las espaldas vueltas al templo de Jehová y los rostros hacia el oriente, y adoraban al sol, postrándose hacia el oriente.

17 Y me dijo: ¿Has visto esto, hijo de hombre? ¿Es cosa liviana para la casa de Judá hacer las abominaciones que hacen aquí, que han llenado de maldad la tierra, y me provocan más todavía, y he aquí que ponen hedor a mis narices?

18 Pues también yo procederé con furor; no perdonará mi ojo, ni tendré compasión; y aunque griten a mis oídos con gran voz, no los oiré.

Visión del castigo de los culpables

Clamó en mis oídos con gran voz, diciendo: Los verdugos de la ciudad han llegado, y cada uno trae en su mano su instrumento para destruir.

Y he aquí que seis varones venían del camino de la puerta de arriba que mira hacia el norte, y cada uno traía en su mano su instrumento para destruir. Y entre ellos había un varón vestido de lino, el cual traía a la cintura un tintero de escribano; y entrados, se pararon junto al altar de bronce.

Y la gloria del Dios de Israel se elevó de encima del querubín, sobre el que estaba, al umbral de la casa; y llamó al varón vestido de lino, que tenía a la cintura el tintero de escribano,

y le dijo Jehová: Pasa por en medio de la ciudad, por en medio de Jerusalén, y ponles una señal en la frente a los hombres que gimen y que claman a causa de todas las abominaciones que se hacen en medio de ella.

Y a los otros dijo, oyéndolo yo: Pasad por la ciudad en pos de él, y matad; no perdone vuestro ojo, ni tengáis compasión.

Matad a viejos, jóvenes y doncellas, niños y mujeres, hasta que no quede ninguno; pero a todo aquel sobre el cual hubiere señal, no os acercaréis; y comenzaréis por mi santuario. Comenzaron, pues, desde los varones ancianos que estaban delante del templo.

Y les dijo: Contaminad la casa, y llenad los atrios de muertos; salid. Y salieron, y mataron en la ciudad.

Aconteció que cuando ellos iban matando y quedé yo solo, me postré sobre mi rostro, y clamé y dije: ¡Ah, Señor Jehová!, ¿destruirás a todo el remanente de Israel derramando tu furor sobre Jerusalén?

Y me dijo: La maldad de la casa de Israel y de Judá es grande sobremanera, pues la tierra está llena de sangre, y la ciudad está llena de injusticia; porque han dicho: Ha abandonado Jehová la tierra, y Jehová no ve.

10 Así, pues, haré yo; mi ojo no perdonará, ni tendré compasión; haré recaer el camino de ellos sobre sus propias cabezas.

11 Y he aquí que el varón vestido de lino, que tenía el tintero a la cintura, dio su informe, diciendo: He hecho conforme a todo lo que me mandaste.

Hebreos 5

Porque todo sumo sacerdote tomado de entre los hombres es constituido a favor de los hombres en lo que a Dios se refiere, para que presente ofrendas y sacrificios por los pecados;

pudiendo sentir compasión a nivel de los ignorantes y extraviados, puesto que él también está rodeado de debilidad;

y por causa de ella debe ofrecer por los pecados, tanto por sí mismo como también por el pueblo.

Y nadie toma para sí mismo este honor, sino el que es llamado por Dios, como lo fue Aarón.

Así tampoco Cristo se glorificó a sí mismo haciéndose sumo sacerdote, sino el que le habló así:

Tú eres mi Hijo,
Yo te he engendrado hoy.

Como también dice en otro lugar:

Tú eres sacerdote para siempre,
Según el orden de Melquisedec.

Y Cristo, en los días de su carne, habiendo ofrecido ruegos y súplicas con gran clamor y lágrimas al que le podía librar de la muerte, fue oído a causa de su piedad.

Y aunque era Hijo, aprendió la obediencia por lo que padeció;

y habiendo sido perfeccionado, vino a ser fuente de eterna salvación para todos los que le obedecen;

10 y fue proclamado públicamente por Dios como sumo sacerdote según el orden de Melquisedec.

Advertencia contra la apostasía

11 Acerca de lo cual tenemos mucho que decir, y difícil de explicar, puesto que os habéis hecho tardos para oír.

12 Porque debiendo ser ya maestros, después de tanto tiempo, otra vez tenéis necesidad de que se os enseñe cuáles son los primeros rudimentos de las palabras de Dios; y habéis llegado a tener necesidad de leche, y no de alimento sólido.

13 Pues todo aquel que participa de la leche es inexperto en la palabra de justicia, porque es un niño;

14 pero el alimento sólido es para los que han alcanzado la madurez, para los que, por razón de la costumbre, tienen los sentidos ejercitados en el discernimiento del bien y del mal.

Salmos 105:1-15

Maravillas de Jehová a favor de Israel

105 Alabad a Jehová, invocad su nombre;
Dad a conocer sus obras en los pueblos.
Cantadle, cantadle salmos;
Pregonad todas sus maravillas.
Gloriaos en su santo nombre;
Alégrese el corazón de los que buscan a Jehová.
Buscad a Jehová y su poder;
Buscad siempre su rostro.
Acordaos de las maravillas que él ha hecho,
De sus prodigios y de los juicios de su boca,
Oh vosotros, descendencia de Abraham su siervo,
Hijos de Jacob, sus escogidos.

Él es Jehová nuestro Dios;
En toda la tierra están sus juicios.
Se acordó para siempre de su pacto;
De la palabra dada por mil generaciones,
La cual concertó con Abraham,
Y de su juramento a Isaac.
10 La estableció a Jacob por decreto,
A Israel por pacto sempiterno,
11 Diciendo: A ti te daré la tierra de Canaán
Como porción de vuestra heredad.
12 Cuando ellos eran pocos en número,
Y forasteros en ella,
13 Y andaban de nación en nación,
De un reino a otro pueblo,
14 No consintió que nadie los oprimiera,
Y por causa de ellos castigó a los reyes.
15 No toquéis, dijo, a mis ungidos,
Ni hagáis mal a mis profetas.

Proverbios 26:28

28 La lengua falsa atormenta al que ya es su víctima,
Y la boca lisonjera empuja hacia el precipicio.

Reina Valera Revisada (RVR1977)

Texto bíblico tomado de La Santa Biblia, Reina Valera Revisada® RVR® Copyright © 2017 por HarperCollins Christian Publishing® Usado con permiso. Reservados todos los derechos en todo el mundo.