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The Daily Audio Bible

This reading plan is provided by Brian Hardin from Daily Audio Bible.
Duration: 731 days

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Reina Valera Revisada (RVR1977)
Version
Daniel 11:2-35

Los reyes del norte y del sur

Y ahora yo te mostraré la verdad. He aquí que aún habrá tres reyes en Persia, y el cuarto se hará con grandes riquezas más que todos ellos; y al hacerse fuerte con sus riquezas, levantará a todos contra el reino de Grecia.

Se levantará luego un rey valiente, el cual dominará con gran poder y hará cuanto quiera.

Pero cuando se haya engrandecido, su reino será quebrantado y repartido hacia los cuatro vientos del cielo; no a sus descendientes, ni según el dominio con que él dominó; porque su reino será dividido y pasará a otros distintos de ellos.

Y se hará fuerte el rey del sur, mas uno de sus príncipes será más fuerte que él, y se hará poderoso; su dominio será grande.

Al cabo de algunos años harán alianza, y la hija del rey del sur vendrá al rey del norte para hacer la paz. Pero ella no podrá retener la fuerza de su brazo, ni permanecerá él, ni su brazo; porque será entregada ella y los que la habían traído, asimismo su hijo, y los que estaban de parte de ella en aquel tiempo.

Pero un renuevo de sus raíces se levantará sobre su trono, y vendrá con ejército y entrará en las plazas fuertes del rey del norte, y dispondrá de ellas a su arbitrio, y predominará.

Y aun a los dioses de ellos, sus imágenes fundidas y sus objetos preciosos de plata y de oro, los arrebatará y se los llevará a Egipto; y por algunos años se mantendrá él lejos del rey del norte.

Y éste entrará en el reino del rey del sur, y después se volverá a su tierra.

10 Mas sus hijos se prepararán para la guerra, y reunirán multitud de grandes ejércitos; y uno de ellos vendrá apresuradamente como una inundación, y pasará adelante; luego volverá y llevará la guerra hasta las fortalezas.

11 Por lo cual se enfurecerá el rey del sur, y saldrá y peleará contra el rey del norte; éste pondrá en campaña multitud grande, pero toda aquella multitud será entregada en sus manos.

12 Y al aniquilar él la multitud, se exaltará su corazón, y abatirá a muchos millares; mas no prevalecerá.

13 Y el rey del norte volverá a poner en campaña una multitud mayor que la primera, y al cabo de algunos años vendrá apresuradamente con un gran ejército y con muchas riquezas.

14 En aquellos tiempos se levantarán muchos contra el rey del sur; y hombres turbulentos de tu pueblo se levantarán para cumplir la visión, pero sucumbirán.

15 Vendrá, pues, el rey del norte, y levantará baluartes, y tomará una ciudad fortificada; y las fuerzas del sur no podrán sostenerse, ni sus tropas escogidas, porque no tendrán fuerzas para resistir.

16 Y el que vendrá contra él le tratará a su arbitrio, y no habrá quien se le pueda enfrentar; y se establecerá en la tierra gloriosa, y la destrucción estará en su mano.

17 Concebirá luego el proyecto de poner bajo su dominación todo su reino y hacer con aquél convenios, y le dará una hija suya por mujer para destruirle; pero esto no sucederá, ni tendrá éxito.

18 Volverá después su rostro a las islas, y tomará muchas; mas un príncipe hará cesar la afrenta que quiso echar sobre ellas, y aun hará volver sobre él su oprobio.

19 Luego volverá su rostro a las fortalezas de su tierra; mas tropezará y caerá, y no será hallado ya más.

20 Y se levantará en su lugar uno que hará pasar un cobrador de tributos por lo mejor del reino; pero en pocos días será quebrantado, aunque no en ira, ni en batalla.

21 Y le sucederá en su lugar un hombre despreciable, al cual no darán el honor de la realeza; pero vendrá de improviso y tomará el reino con intrigas.

22 Las fuerzas enemigas serán barridas delante de él como con inundación de aguas; serán del todo destruidos, junto con un príncipe del pacto.

23 Después de concertarse con él, obrará con engaño, se pondrá en marcha y saldrá vencedor con poca gente.

24 Estando la provincia en paz y en abundancia, entrará y hará lo que no hicieron sus padres, ni los padres de sus padres; repartirá a sus soldados botín, despojos y riquezas, y formará sus designios contra las plazas fuertes; y todo esto por cierto tiempo.

25 Y despertará sus fuerzas y su ardor contra el rey del sur con gran ejército; y el rey del sur se empeñará en la guerra con un ejército grande y muy fuerte; mas no prevalecerá, porque le harán traición.

26 Aun los que coman de sus manjares le quebrantarán; y su ejército será destruido, y caerán muchos muertos.

27 Estos dos reyes meditarán en su corazón para hacerse mal y, sentados a una misma mesa, se dirán mentiras; mas no servirá de nada, porque el plazo aún no habrá llegado.

28 Y él volverá a su tierra con gran riqueza, y su corazón estará contra el pacto santo; hará su voluntad contra el pacto y luego se volverá a su tierra.

29 Al tiempo señalado volverá de nuevo al sur; mas no será la postrera venida como la primera.

30 Porque vendrán contra él naves de Quitim, y él se desanimará; se volverá atrás, y se enojará contra el pacto santo; no se quedará inactivo, pues volverá a concertarse con los que abandonen el santo pacto.

31 Y se levantarán de su parte tropas que profanarán el santuario y la fortaleza, harán cesar el continuo sacrificio y pondrán la abominación espantosa.

32 Con lisonjas seducirá a los violadores del pacto; mas el pueblo que conoce a su Dios se mantendrá firme y actuará en consecuencia.

33 Y los sabios del pueblo instruirán a muchos; mas por algunos días sucumbirán a espada y a fuego, al destierro y al despojo.

34 Y en su caída recibirán poca ayuda; y muchos se juntarán a ellos traidoramente.

35 También algunos de los sabios caerán para ser depurados y limpiados y emblanquecidos, hasta el tiempo final, porque el plazo fijado está aún por venir.

1 Juan 3:7-24

Hijitos, nadie os engañe; el que practica la justicia es justo, como él es justo.

El que practica el pecado es del diablo; porque el diablo peca desde el principio. Para esto se manifestó el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo.

Todo aquel que es nacido de Dios, no practica el pecado, porque la simiente de Dios permanece en él; y no puede pecar, porque es nacido de Dios.

10 En esto se manifiestan los hijos de Dios, y los hijos del diablo: todo aquel que no practica justicia, no es de Dios, y tampoco el que no ama a su hermano.

11 Porque este es el mensaje que habéis oído desde el principio: Que nos amemos unos a otros.

12 No como Caín, que era del maligno y mató a su hermano. ¿Y por qué causa le mató? Porque sus obras eran malas, y las de su hermano justas.

13 Hermanos míos, no os extrañéis si el mundo os aborrece.

14 Nosotros sabemos que hemos pasado de la muerte a la vida, en que amamos a los hermanos. El que no ama a su hermano, permanece en la muerte.

15 Todo aquel que aborrece a su hermano es homicida; y sabéis que ningún homicida tiene vida eterna permanente en él.

16 En esto hemos conocido el amor, en que él puso su vida por nosotros; también nosotros debemos poner nuestras vidas por los hermanos.

17 Pero el que tiene bienes de este mundo y ve a su hermano tener necesidad, y cierra contra él su corazón, ¿cómo mora el amor de Dios en él?

18 Hijitos míos, no amemos de palabra ni de lengua, sino de hecho y en verdad.

19 Y en esto conocemos que somos de la verdad, y aseguraremos nuestros corazones delante de él;

20 pues si nuestro corazón nos reprocha algo, mayor que nuestro corazón es Dios, y él conoce todas las cosas.

21 Amados, si nuestro corazón no nos reprocha algo, tenemos confianza ante Dios;

22 y lo que le pidamos, lo recibimos de él, porque guardamos sus mandamientos, y hacemos las cosas que son agradables delante de él.

23 Y este es su mandamiento: Que creamos en el nombre de su Hijo Jesucristo, y nos amemos unos a otros como nos lo ha mandado.

24 Y el que guarda sus mandamientos, permanece en Dios, y Dios en él. Y en esto conocemos que él permanece en nosotros, por el Espíritu que nos ha dado.

Salmos 122

Oración por la paz de Jerusalén

Cántico gradual; de David.

122 Yo me alegré cuando dijeron:
A la casa de Jehová iremos.
Y ahora ya se posan nuestros pies
Dentro de tus puertas, oh Jerusalén.
Jerusalén, que está edificada
Como una ciudad de un conjunto perfecto,
Y allá suben las tribus, las tribus de JAH,
Conforme al testimonio dado a Israel,
Para alabar el nombre de Jehová.
Porque allí están las sillas del juicio,
Los tronos de la casa de David.

Pedid por la paz de Jerusalén;
Sean prosperados los que te aman.
Sea la paz dentro de tus muros,
Y el descanso dentro de tus palacios.
Por amor de mis hermanos y mis compañeros,
Yo te saludo: La paz sea contigo.
Por amor a la casa de Jehová nuestro Dios,
Te deseo todo bien.

Proverbios 29:1

29 El hombre que reprendido endurece la cerviz,

De repente será quebrantado, y no habrá para él medicina.

Reina Valera Revisada (RVR1977)

Texto bíblico tomado de La Santa Biblia, Reina Valera Revisada® RVR® Copyright © 2017 por HarperCollins Christian Publishing® Usado con permiso. Reservados todos los derechos en todo el mundo.